El Papa a los párrocos: sean auténticos padres, valoren a los laicos y construyan la sinodalidad
En una carta dirigida a los sacerdotes que han participado en el encuentro «Párrocos para el Sínodo», Francisco indica tres caminos a seguir: reconocer las semillas del Espíritu en los fieles, recurrir al discernimiento comunitario y mantener la comunión entre sacerdotes y obispos.
Benedetta Capelli – Ciudad del Vaticano ( De Vatican News)
Es la carta de un padre que conoce los esfuerzos de sus hijos pero que los anima a seguir adelante por el bien de la Iglesia y la misión a la que están llamados. El Papa Francisco se dirige así a los cerca de 300 participantes, venidos de todo el mundo, al evento “Párrocos para el Sínodo”, que se celebra en Roma del 29 de abril al 2 de mayo. Un encuentro organizado por la Secretaría General del Sínodo y el Dicasterio para el Clero, en acuerdo con los Dicasterios para la Evangelización y para las Iglesias Orientales. El Papa expresa gratitud y estima hacia aquellos que se ocupan de iglesias periféricas o grandes como provincias, antiguas con fieles cada vez más ancianos o iglesias que nacen bajo un gran árbol donde el canto de los pájaros se mezcla con el de los niños.
Una parroquia sinodal para una Iglesia sinodal
Francisco recuerda la importancia de una Iglesia sinodal que necesita de sus párrocos. “Nunca seremos una Iglesia sinodal misionera – escribe en la Carta - si las comunidades parroquiales no hacen de la participación de todos los bautizados en la única misión de anunciar el Evangelio el rasgo característico de su vida. Si las parroquias no son sinodales y misioneras, tampoco lo será la Iglesia”. Parroquias, espera el Papa, con discípulos misioneros que parten y vuelven llenos de alegría; comunidades que deben ser acompañadas con la oración, el discernimiento y el celo apostólico. Fortalecidos por la gracia, es necesario escuchar al Espíritu y proceder en el anuncio de la Palabra, reuniendo a la comunidad y “partiendo el pan”.
Una paternidad que no primor
Son tres las indicaciones que el Papa sugiere a los párrocos, a quienes recomienda descubrir los frutos que el Espíritu disemina en el Pueblo de Dios: "Urge, de hecho, descubrir, animar y valorar «con sentido de fe los carismas, tanto humildes como excelsos, que en múltiples formas se conceden a los laicos", afirma, diciendo que está "convencido de que de esta manera harán emerger muchos tesoros ocultos y se sentirán menos solos en la gran tarea de evangelizar, experimentando la alegría de una genuina paternidad que no primor, sino que hace emerger en los demás, hombres y mujeres, muchas potencialidades preciosas”.
El discernimiento comunitario
Francisco invita a practicar el método de la “conversación en el Espíritu” que tanto ha ayudado en el camino sinodal. “El discernimiento es un elemento clave de la acción pastoral de una Iglesia sinodal” porque, implementado en el ámbito pastoral, ilumina “la concreción de la vida eclesial”, reconociendo sus carismas, confiando “con sabiduría tareas y ministerios”, proyectando “a la luz del Espíritu los caminos pastorales, yendo más allá de la simple programación de actividades”.
La fraternidad
La otra palabra clave de la Carta del Papa es fraternidad, compartir con los hermanos sacerdotes y con los obispos. “No podemos ser auténticos padres si no somos ante todo hijos y hermanos. Y no podemos suscitar comunión y participación en las comunidades que se nos confían si antes de todo no las vivimos entre nosotros”. Un camino que podría resultar pesado, afirma el Papa: "Sé bien que, en la sucesión de los deberes pastorales, tal compromiso podría parecer un exceso o incluso una pérdida de tiempo, pero en realidad es lo contrario: de hecho, solo así somos creíbles y nuestra acción no dispersa lo que otros ya han construido pero es lo contrario”.
Misioneros de sinodalidad
En conclusión, Francisco exhorta a los párrocos a mirar a la segunda Sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que se celebrará el próximo mes de octubre, y a convertirse en misioneros de sinodalidad también en el ministerio cotidiano. La voz de los sacerdotes, insiste el Papa, debe ser escuchada para que su contribución al Sínodo sea cada vez más determinante: "Escuchar a los párrocos era el propósito de este Encuentro internacional, pero esto no puede terminar hoy: necesitamos seguir escuchándolos".