Los párrocos, a prueba de sinodalidad

Desde hoy hasta el 2 de mayo se celebra en Sacrofano, en la provincia de Roma, un encuentro internacional para profundizar en el tema del último Sínodo con vistas al próximo. Cardenal Grech: compartir las historias de las parroquias en su realidad y humanidad es darse cuenta de cómo la Providencia divina «sigue escribiendo hoy la historia de la Iglesia».

29 abril 2024

(De Vatican News)

A medio camino entre las dos asambleas en el Vaticano - la del pasado octubre y la próxima de este año que se llevará a cabo del 2 al 27, también en octubre - corresponde a los sacerdotes que viven en primera línea el trabajo pastoral en los territorios a ellos confiados, enfrentarse con el espíritu, el método y el estilo de la sinodalidad. Son, por tanto, párrocos de varias partes del mundo que desde hoy, 29 de abril, y hasta el próximo viernes 2 de mayo, se enfrentan a este tema en Sacrofano, en la provincia de Roma, que dejarán al final de los trabajos para dirigirse a Roma y encontrarse con el Papa en el Aula Nueva del Sínodo.

Grech: historias imperfectas pero verdaderas

Esta mañana, en la apertura del encuentro internacional, los saludos introductorios vieron a algunos cardenales tomar la palabra. El secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, hablando de las historias humanas en las que Cristo, dijo, “está siempre presente” y que por tanto son “también historias de Dios”, continuó observando que también las historias de las parroquias, aunque “todo menos perfectas”, son historias de Dios. Su compartir se convierte entonces en una ayuda recíproca para entender que la Providencia divina “sigue escribiendo hoy la historia de la Iglesia”. El encuentro de Sacrofano, añadió, quiere ser un momento de relato de tales historias y no un lugar donde “recibir una enseñanza o una exposición sobre la sinodalidad”. Un lugar donde proceder juntos y confrontarse con la realidad y no con la “fantasía” de la vida de los párrocos con sus comunidades.

You: la sinodalidad, “talento” de la Iglesia de hoy

Por su parte, Lazzaro You Heung sik, prefecto del Dicasterio para el Clero, destacó el aspecto de la escucha como protagonista del encuentro, propio del estilo sinodal. Esta metodología, recordó, “la hemos experimentado recientemente también cuando, a principios de febrero, celebramos en el Vaticano un Congreso Internacional para la formación permanente de los sacerdotes. Apostando por breves presentaciones, la comunicación de buenas prácticas y luego la conversación en el Espíritu en pequeños grupos, recogimos frutos sorprendentes”. El primero de todos, dijo, "una fraternidad en la que se hacía cada día más fuerte la alegría de ser sacerdotes” y “que ayudaba a cada uno a entender lo que puede hacer en su propio ambiente, en sus propias comunidades”. La sinodalidad, reiteró el prelado, ayuda a la Iglesia a estar en foco tanto en la dimensión de la comunión como en la del anuncio del Evangelio gracias a un redescubrimiento de la “corresponsabilidad”. El estilo sinodal, concluyó el cardenal Lazzaro, “involucra a todos los bautizados plenamente” sin quitar “nada al servicio específico que estamos llamados a realizar como pastores”, sino que “añade y mejora”. Y esto “es el gran talento que el Espíritu Santo nos ha puesto en las manos en este nuestro tiempo”.

Padre Costa: el documento-brújula

Después de los saludos iniciales, uno de los que subió al micrófono fue el padre Giacomo Costa, secretario especial del último Sínodo, quien señaló en el Informe de Síntesis el documento imprescindible al que referirse durante el encuentro de Sacrofano. El religioso repasó las tres etapas del camino sinodal, desde la fase de consulta y escucha del Pueblo de Dios, hasta el discernimiento de los pasos que la Iglesia está llamada a dar, hasta la implementación, cuando corresponderá al Papa indicar la dirección a seguir. Una primera línea de trabajo hacia la sesión del próximo octubre es, observó el padre Costa, la pregunta sobre cómo ser una Iglesia sinodal en misión, los instrumentos a adoptar en los diversos contextos, valorando la originalidad de cada bautizado en el anuncio de Cristo. De aquí, las reflexiones sobre el ministerio del obispo diocesano y las Conferencias Episcopales o sobre la relación entre sinodalidad eclesial, colegialidad episcopal y primacía del Obispo de Roma. Sin olvidar, concluyó el jesuita, la atención a los pobres y a aquellos que permanecen al margen de la vida comunitaria.