Equipos Jeremías, Argentina - Best Practices - Dra Alicia Zanotti

Alicia Zanotti. Sposata, 6 figli, 13 nipoti. Psichiatra e laureata in Psicologia, specialista in Psicologia Medica e Terapia familiare, cofondatrice del progetto Jeremías.

07 febrero 2024

Quienes somos:  un equipo interdisciplinario formado por laicos y consagrados, nacional, que ofrece apoyo  a  las  diócesis del País en lo que se refiere a  la promoción de la salud integral  del clero.

Objetivo  y  misión: trabajar en la  prevención  primaria y secundaria de las disfunciones sacerdotales, focalizando en  la génesis de los problemas.  

Destinatarios:  formadores, obispos, profesionales de la salud mental, acompañantes espirituales y sacerdotes diocesanos.

Orígenes : El trabajo surgió en los años 2000 desde la práctica psicoterapéutica y pastoral  con sacerdotes. Depresiones, adicciones, abusos, motivaron el deseo de profundizar en las causas de tanta disfunción. Con ese objetivo  varios sacerdotes pidieron estudiar las  dinámicas psicológicas  que subyacen a los  procesos espirituales y pastorales.     

Lo hicimos durante 7 años.          

Adicionalmente, escuchamos metódicamente a sacerdotes que habían abandonado el ministerio. Todo revelaba que  los problemas personales estaban inextricablemente relacionados con dinámicas clericales que dificultaban la sana evolución del sí mismo sacerdotal.

Era indudable que la mejor prevención era trabajar por una comunidad sana, capaz de detectar los problemas, afrontarlos y buscar vías de resolución. Es decir, favorecer  los recursos con que la misma comunidad eclesial pudiese neutralizar las noxas que la afectaran.

Esta hipótesis mostraría su veracidad cuando se conocieron las dinámicas clericales  que subyacían a  la magnitud de los abusos sexuales.  

 

En el año 2010 Monseñor Franzini, desde la  Comisión Episcopal de Ministerios  (CEMIN) propuso  un curso  para formadores  a fin de desarrollar orgánicamente estos temas durante un año.  El interés que el curso despertó y los lazos de amistad que se generaron se continuaron en la ejecución de múltiples talleres  en distintas diócesis siempre acompañados por la presencia de algún obispo. Finalmente en 2015  la  CEMIN nos incorporó oficialmente a su estructura , cumpliendo el  anhelo grupal  de  reconocimiento  institucional.

Este breve relato pretende subrayar  3  cuestiones:

1      El grupo nació  de un deseo y una acción espontáneas,  que luego se institucionalizó

2      Tuvo la flexibilidad necesaria para cambiar su configuración según los períodos que transitaba. 

3      Las propuestas fueron resultado de la escucha y de un largo tiempo de perseverante reflexión y estudio 

 

Estos   aspectos han sido fundamentales en su continuidad y buena evolución, haciendo honor a la fidelidad ante las dificultades que testimonió el profeta Jeremías. 

Hablar de Salud integral incluye  salud física, psíquica y espiritual  expresada  en conductas éticas adecuadas. En la práctica hemos comprobado una marcada tendencia a negar los aspectos físicos y biológicos de la conducta. Esta prescindencia   induce  a racionalizaciones  psicológicas y espirituales  que fomentan la disociación – base de muchas patologías – y  desestima un aspecto sustancial de la Encarnación. Asunto profundamente teológico que así debe ser planteado

La propuesta es  contracultural en  una sociedad fragmentada,  de identidades nómades, que ha perdido el ideal hipocrático de  la salud. Es  un proyecto  para toda la vida ya que la integración personal en torno a la opción fundamental nunca se logra para siempre ni totalmente ya que el sacerdote es un hombre de Fe inserto  en la realidad eclesial del tiempo que vive y de la etapa vital que atraviesa . En cada transición  los vínculos se reconfiguran de forma nueva hasta el fin de los días.

Por eso la  interdisciplinariedad es indispensable a la hora de reflexionar sobre las realidades clericales,    evitando el protagonismo prioritario que suele tomar la psicología en estos temas.  Dialogamos entre  teólogos,  filósofos,  acompañantes  espirituales , médicos, psicólogos y sociólogos, entre otros. 

Nuestras prácticas: el equipo de Jeremías Nacional  se reune  4 veces por año durante 3 días  para escuchar pedidos, analizar temas y decidir las respuestas que  podemos ofrecer. Habitualmente organizamos  tres encuentros nacionales para formadores y/o profesionales de salud mental  que se complementan  con viajes  de 3 días a las diócesis  que  lo piden. Hemos visitado casi todo el país alentando la formación de equipos regionales que atiendan necesidades específicas, en vinculación con Jeremías central.          

 El trabajo es teórico-práctico. Se dan 3 exposiciones sobre los temas solicitados  seguidos de  grupos de trabajo para que las conceptualizaciones dadas  se integren en la experiencia personal.  Desde un modo dialógico se crea  un clima de confianza y libertad  que permite dar nombres específicos a lo que pasa. Nuestra palabra habilita  otras  palabras  que encuentran el permiso para  liberar la intimidad y elaborarla en un espacio común compartido.  Hablar juntos de lo que realmente importa   es una forma habitual en que los participantes  expresan su  valoración de los encuentros. Este modo relacional  genera  vínculos de comunión que  fortalecen la pertenencia  y  la resiliencia comunitaria.

Hoy 48 de  64 diócesis y las 7 arquidiócesis que forman la iglesia argentina han participado de algunos de los eventos y  se mantienen en contacto.

Los temas más pedidos se relacionan con

-        la  soledad como ausencia de  hermanos con quienes compartir la Fe,  la visión eclesial, la misión y   la oración. Creo que esta es la necesidad más específica  que  satisface Jeremías

-       falta  de acompañantes espirituales idóneos .

-       sentimiento de pérdida de significado del ministerio 

-       preocupación por la vejez

Nuestro  plan   para 2024 es consolidar la formación de  los Jeremías regionales   y realizar  un conversatorio voluntario  con  obispos  

Creo que nuestro aporte  a la FP se centra en ser referentes  para la reflexión orgánica compartida y ofrecer nuevas maneras de vincularnos eclesialmente que cambien la representación que los sacerdotes tienen de sí mismos  y de sus vínculos con los otros y con la Trascendencia.

El entusiasmo y la alegría que se vive en cada encuentro nos hace vivir un nuevo amanecer eclesial.