Novedades

Mi Secreto para ser feliz

IMAG0511

Dios me ha regalado la gracia de sentirme feliz, plenamente realiza­do, fecundo, lleno de vida, de serenidad y de paz.

Mientras más avanzan los años, más se consolidan mis decisiones, se afianzan mis valores, crecen mis ilusiones, disfruto la vida, los días se pasan más de prisa y gozo con lo que me rodea.

Puedo decir, con toda humildad y verdad, que el Señor me ha con­cedido ser un hombre feliz y un sacerdote alegre, optimista, dinámico y "dador de vida".

Si esto es verdad, también es verdad que todo se lo debo al amor de Dios. Porque yo no me considero ni muy inteligente ni muy dotado. Soy una persona común y corriente. Lo único que me ha valido es que he procurado dejarme guiar por Dios, aprender de otros y sacar provecho de mis experiencias de vida.

He pasado por situaciones difíciles; he tenido problemas graves, y algunos muy graves; he experimentado el dolor y la cruz; he sufrido li­mitaciones por la salud y por mis incapacidades; se me han atravesado tentaciones diversas; he padecido injusticias, calumnias e incomprensio­nes. Además, sé que debo estar preparado para los tiempos de Getsemaní y de Calvario que el Señor me depare, en cualquier forma que se pudieran presentar.

Pero en medio de todo esto, estoy seguro del amor de Dios; estoy cierto de que no me ha dejado ni me dejará; tengo puesta toda mi confian­za en Él y sé que no me defraudará. Porque Él es bueno y fiel, aunque yo sea débil e infiel.

¿Qué es lo que he hecho para lograr esta experiencia tan bella y tan realista de la vida? ¿Qué es lo que más me ha ayudado? ¿Qué medios me han servido más?

Con frecuencia varias personas me lo preguntan. Cuando no me creen lo años que tengo, siempre me dicen que cómo le hago. Mi res­puesta, desde hace varios años, es la misma. Ahora la comparto, por si a alguien le sirve para su vida.

Mi secreto para ser feliz, lo resumo en cinco puntos:

Texto completo - Download